
Estados Unidos sigue en shock tras el reciente tiroteo de Florida. Y, mientras se buscan culpables de la violencia, ayer Donald Trump señaló a los videojuegos como uno de los principales actores.
Y no está solo. El gobernador de Kentucky también los culpó, y ahora se sumó la voz del representante de Rhode Island, Robert Nardolillo.
Como solución, Nardolillo propone incrementar los impuestos a los videojuegos violentos, para que de esa forma el público lo piense dos veces antes de comprarlos.
Esto afectaría a un montón de videojuegos con clasificación M, dígase Call of Duty, Grand Theft Auto, PUBG, Red Dead Redemption y un largo etcétera.
Además, propone que este dinero extra se vaya a programas de salud mental y otras actividades de resolución.
Cabe destacar que esto apenas es una propuesta y tiene que aprobarse antes de ser una realidad.
Por el momento, esta propuesta no afectaría directamente a países como México, sin embargo recordemos la popular frase de “Si las barbas de tu vecino ves cortar, pon las tuyas a remojar”.
Después de todo, no es como que los videojuegos no estén satanizados en Latinoamérica.
Con información de Comic Book.