
En pleno 15 de septiembre, fecha sinónimo del supuesto orgullo nacional, los mexicanos fuimos informados de lo que muchos ya temíamos: Mara Fernanda Castilla Miranda fue localizada sin vida, una semana después de haber desaparecido tras abordar una unidad de Cabify.

Es una historia que nos llena de rabia y que inició el jueves 7 de septiembre:
- Ese día, Mara y sus amigos salieron al bar El Bronx en San Andrés, Cholula, Puebla.
- Originalmente, uno de los amigos llevaría en vehículo a Mara a su departamento.
- Cuando los jóvenes iban a bordo del vehículo, se detuvieron en un retén policial del alcoholímetro, situación que Mara informó a su hermana Karen.
- Karen le pidió a Mara que mejor se regresara en Cabify, por lo que le pidió una unidad que su hermana abordó a las 5:06 de la madrugada del viernes 8. El vehículo era un Chevrolet Sonic 2017 color gris.
[Te recomendamos: Las lamentables reacciones de Cabify durante todo el caso de Mara Castilla]
- Karen sabía cuál sería la ruta y el tiempo estimado de llegada, que era de 15 minutos. Al ver que ya habían transcurrido 48 y que su hermana aun no llegaba, reportó la situación.

- Karen se comunicó con el chofer de la unidad, Ricardo Alexis N, quien le dijo que Mara se había bajado en el destino indicado.
- De los videos de seguridad se desprendió que, si bien la unidad llegó al destino, Mara nunca descendió de esta.
Días después el conductor fue detenido en Tlaxcala por inconsistencias en sus declaraciones; y autoridades catearon su domicilio, donde encontraron ropa y otras pertenencias de la joven.
[Te recomendamos: Las reacciones por la muerte de Mara Castilla]
El chofer de Cabify fue trasladado al penal de San Miguel, en la ciudad de Puebla, en donde permanecerá mientras sigue su proceso.
La familia de la víctima recibió la noticia del asesinato de Mara tras participar en una audiencia en la que el juez de control le dictó prisión preventiva oficiosa al supuesto responsable.
*Imágenes: Especial.